Mercedes Sosa: Voice Of The Voiceless De Argentina

Conocida por su voz inquietante y conciencia social canciones, Mercedes Sosa fue una cantante folk argentina que se hizo legendaria en toda América Latina. Sosa a menudo fue llamada "la voz de los sin voz" y La Negra, y su carrera de cincuenta años la convirtió en uno de los íconos más admirados, reconocidos y atesorados de toda la música internacional.

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Nació Mercedes Sosa en 1935 en el noroeste de Argentina, y se hizo conocida por su capacidad de canto precoz al principio de su vida. Grabó su álbum debut La Voz de la Zafra en 1959, cuando tenía solo 24 años, y comenzó la vida de una cantante aficionada. Pero no fue hasta 1965 y una reunión casual con el cantante folklórico Jorge Cafrune en un festival nacional de folclore que Sosa comenzó su rápido ascenso en la crítica y la aclamación de la corriente principal. Tras su éxito, Sosa se destacó no solo como un músico cuyos dones parecían de otro mundo, sino como un intérprete cuya dedicación a la justicia social eclipsó enormemente la riqueza material y la admiración de la fama. Mientras Sosa escribió y grabó principalmente dentro de un género inspirado en el folk, durante su carrera posterior su participación en varias colaboraciones entre géneros permitió la experimentación dentro del rock e incluso la ópera.

Las letras y actuaciones de Sosa no se limitaban al entretenimiento, sino que eran apasionadas respuestas al clima político que se intensifica violentamente en su Argentina natal. Durante los turbulentos años setenta, Sosa recorrió todo el país hasta multitudes masivas de audiencias devotas. Sus opiniones políticas francas y su papel en la promoción del género de la "nueva canción" con conciencia social atrajeron su atención no deseada de las autoridades. En 1979, poco después de la instalación del régimen militar brutalmente represivo de Jorge Vidala, fue registrada y arrestada en el escenario. Posteriormente, fue expulsada de su propio país y obligada a mudarse a París y luego a Madrid, y regresó a Argentina en 1982, cuando colapsó el régimen militar. Tras su exilio, Sosa continuó su gira internacional a multitudes agotadas que devoró el estilo musical de seda de la cantante. Sosa continuó su actuación en el extranjero y en su Argentina natal hasta su muerte en 2009.

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El rico legado de Sosa es admirado no solo por un canon de canciones y letras altamente conceptual y logrado, sino también por su participación crítica en movimiento de música consciente dentro de la música latinoamericana. Nueva canción inspiró, afectó y despertó una sensación de patriotismo que trascendió las turbulencias a menudo turbulentas de las revoluciones sociales, políticas y militares de los años sesenta y setenta. Se cree que la 'nueva canción' comenzó a principios de la década de 1960 en Chile, pero experimentó un crecimiento exponencial en América Latina durante las décadas posteriores, influenciando y animando a músicos, artistas y escritores de canciones a través de sus raíces musicales. Estas canciones enfatizaron una fuerte narrativa política y el empoderamiento de los derechos del individuo. Las letras de 'Nueva canción' se definen por su conciencia social y una valiente refutación del conservadurismo extremista y las dictaduras militares autorizadas. Los mensajes de música de 'nueva canción' enfatizan los valores humanistas que empoderan al individuo a través de la liberación de la creatividad filosófica, la imaginación y la identidad. A menudo, e injustamente, vistos como "radicales" y "criminales" por los regímenes autoritarios contra los que Sosa se oponía, los músicos y artistas fueron sometidos a una fuerte censura y destierro en sus países de origen. Mercedes Sosa fue, sin duda, la presencia definitoria dentro de este movimiento, permitiendo que su talento trascienda del mundo del entretenimiento al del activismo social inspirado.

La espléndida carrera de Mercedes Sosa consistió en la grabación de 40 álbumes que incluyen los destinatarios de tres Latin Grammy y varios premios adicionales que se suman a su admiración internacional.

Por Lindsay Parnell